V-Noia: el poder metafísico de la mirada con Danse D’Or

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El artista regresa ensalzando la mirada en un espacio narrativo donde entrelaza la mitología con la música electrónica, las estrellas, el tiempo y el espacio.

 

Para que algo funcione tiene que tener sentido desde el principio hasta el final, tiene que existir una relación, un porqué y un cómo. Hoy, V-Noia recupera la esencia de los “cómos” rescatando y evocando las viejas y ancestrales historias de los reyes y reinas del pasado. Lo hace con el poder eterno de la mirada, Mientras que las deidades esperan en las estrellas. Mito e historia real se entrelazan, y, de esta manera, la constelación de la cabellera de Berenice, también conocida como Cosmas Berenice, se materializa en la protagonista de esta historia y lanzamiento: Berenice II de Egipto. 

Como todas las historias épicas, todo nace del miedo a la pérdida. Berenice, ante el temor de perder a su esposo Ptolomeo III, acude a Afrodita prometiendo ante ella que si su marido regresaba vivo y vencedor de la guerra, la misma Berenice sacrificaría su increíble cabellera, admirada por todos los que la conocían. El poder del amor hizo su efecto y Ptolomeo regresó vivo; Berenice cumplió su promesa.







Cuenta la leyenda que esa misma noche alguien robó esta cabellera. Y ante esto, el astrónomo Conón de Samos mostró a los reyes una agrupación de estrellas, asegurando que dicha agrupación acababa de aparecer en el firmamento, transportada hasta allí por Afrodita. Se trataba de la cabellera de Berenice. La mirada se inclinó hacia algo más grande. Algo mayor.

V-Noia se apoya en la diosa Berenice para ilustrar de forma simbólica el poder metafísico de la mirada. Aquella capaz de romper constelaciones, invocar a las diosas y asociarse con los poderes del tiempo y el espacio. Pararlo, contraerlo y expandirlo. Con Danse D’Or, el artista sevillano muestra una historia de observación sagrada, pero al mismo tiempo defiende el eterno presente de las miradas entre dos personas y vibraciones diferentes.




 

El trabajo, marcado por una composición melódica y orgánica, cobra fuerza e impacto gracias a su vocal, la cual sobrevuela la composición mientras canta, con elegancia, sobre el sentimiento de unidad característico de este momento mágico. En la mirada, somos uno. Entre nuestros ojos y el universo; entre los ojos y otros ojos que no son los nuestros.

V-Noia vuelve defendiendo el espíritu humano a través de una “Danza dorada (Danse D’Or)”. La misma danza que se origina en el momento que sucede la mirada. El artista, de forma simbólica y retórica, defiende este suceso danzante como una magia fuerte. La danza como un espíritu; convirtiendo el cuerpo en acero líquido. La danza dorada de la mirada; como una vibración eterna de espacio y tiempo, haciendo que el cuerpo pueda volar sin alas. Cantar sin voz. Lo mismo pensaron los que alabaron mirando la cabellera de Berenice. A día de hoy sobre nuestros cielos y estrellas.

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