“Me gusta asumir el proceso creativo casi como una reacción física, instintiva más que intelectual” – Sebastián Bayo

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Sebastián Bayo





Quizás haya viajes hacia lugares insólitos donde no hace falta ningún medio de transporte más que la imaginación y el observar. El trabajo de Sebastián Bayo es uno de esos ejemplos. Su obra nos conduce por un magnífico paraje, repleto de color y surrealismo mágico, podíamos decir casi lisérgico…

 

¡Hola! Cuéntanos sobre ti ¿En qué se basa tu trabajos artístico? ¿Qué significa para ti?

Mi nombre es Sebastián Bayo, soy arquitecto y escultor de formación y creador plástico autodidacta en diferentes ámbitos que van desde la pintura y el dibujo al videoarte , la performance o la fotografía.

Tengo presente mi vocación creativa desde niño, aunque mi primer contacto serio con el arte surgió mientras vivía en Londres en 2015 como un canal de exploración personal. Necesitaba expresar cosas que sentía y que me atormentaban, y no encontraba la manera de hacerlo con palabras. De algún modo la pintura surgió como una interlocutora muy fiel y como una manera natural en mí de sacar lo que tenía dentro.

Para mi, mi arte son mis vísceras. Mi interpretación del acto artístico es una espacie de harakiri  en el que me abro en canal y saco fuera lo que tengo dentro. La interpretación de esas entrañas queda a cargo del espectador que de algún modo adopta el papel de “augur” e intenta leer y descifrar significados entre los despojos.

Me gusta asumir el proceso creativo casi como una reacción física, instintiva más que intelectual en la que se transcribe en imágenes mediante  formas y trazos una suerte de mapas psíquicos.

La mayoría de las emociones que se plasman en esos mapas son una interpretación  del contexto social y físico en el que nos toca vivir a mi y a muchas personas de mi generación. Incertidumbre, depresión, ansiedad, pánico, frustración… son algunos de los sentimientos que trato de plasmar en mis obras a través del ruido, la vibración y el caos que utilizo como elementos compositivos. Como digo, éstas son las cosas que yo siento cuando trabajo, pero me gusta ver las obras como mucho más complejas ya que éstas emociones, abstractas, llegan a cada espectador de una manera distinta debido a que la interpretación de las piezas siempre se ve condicionada por la propia experiencia emocional quien las interpreta.

 

 

¿Cuál es tu “kit” a la hora de crear?

Nunca tengo un kit concreto. Me considero bastante anárquico a la hora de producir y casi siempre estoy dibujando o trabajando, por lo que salto continuamente de una técnica a otra y también las mezclo sin demasiados escrúpulos. Solo soy maniático con los papeles y sobre todo con los cuadernos de campo en los que dibujo y anoto todo. Gasto decenas de cuadernos de papel blanco que abarroto con dibujos, textos, listas, esquemas organizativos… y me gusta que sea siempre el mismo cuaderno, de tapas de cartón negras con espiral y en formato A5, de Muji. Por lo demás, trabajo indistintamente sobre cartones, lienzos, tableros, papeles… con acrílicos, sprays, tintas, lápices, pasteles, aerógrafo… y también trabajo mucho digitalmente, sobre todo cuando la escasez de espacio de almacenamiento me impide seguir trabajando en formatos físicos.

 

¿Tu mayor inspiración?

No creo en la inspiración en esos términos. La inspiración para mi es el “click” que a veces hace el cerebro después de mucho trabajar, de machacar muchas ideas y de estudiar y revisar muchos referentes; y que de repente hace que el trabajo cobre sentido. A veces es muy frustrante llevar muchas horas dando palos de ciego, trabajando sin que parezca que el esfuerzo termine de llevar a ningún sitio, y de repente algo cambia y se da con la clave.

Si que creo no obstante que hay determinadas situaciones que pueden favorecer ese estado de inspiración cuando se trabaja. A mí por ejemplo me funciona el alcanzar un estado de cierta desconexión, de cierto trance, dejando a un lado la manera de trabajar más cerebral y dando paso a maneras más instintivas, más intuitivas de hacerlo. Para ello, la música es una gran compañera de trabajo, y una cervecita o una copita de vino tampoco vienen mal de vez en cuando.

 

 

¿Qué le dirías a tu “yo” de hace cinco años?

Como mucho le diría que se preparase para trabajar duro y no desesperase pese al fracaso, ni sucumbiera a las opiniones y juicios de otras personas que no le iban a entender. Pero, como creo que eso ya lo tenía en mente… no le diría nada, no le daría pistas.

 




 

¿Tienes algún proyecto entre manos actualmente?

Por supuesto. Siempre hay que estar enredando. Tengo la suerte de no haber encontrado aun la mina de oro, por lo que sigo teniendo que estrujarme los sesos y trabajar para evolucionar como artista todos los días. Creo que determinados tipos de fracaso son una virtud y que no habría progreso si todo fuese fácil, así que hay que apuntarse a todos los proyectos que se ofrecen y, cuando no se ofrecen, hay que inventárselos.

Tengo además la suerte de estar interesado en diferentes campos que trabajo simultáneamente como son la arquitectura, escultura, pintura, dibujo, escritura…

Y en todos intento seguir aprendiendo y creciendo, que es lo más gratificante para mi.

 

 

¿Un sueño por cumplir?

Poder dedicarme a lo que me gusta ya es un sueño que poco a poco parece materializarse. En ese camino hay muchas metas, muchos pequeños sueños por cumplir que espero poder ir alcanzando poco a poco con esfuerzo, dedicación y sin prisa, disfrutando de todo el proceso.

 

Un momento inolvidable

Hasta la fecha he expuesto en pocas ocasiones mi obra, pero todas y cada una han sido ocasiones inolvidables. Me resulta terriblemente extraño pero muy divertido el ver mis entrañas, algo tan personal, casi íntimo, impolutamente enmarcadas y expuestas en las paredes de una galería. Las inauguraciones tienen un sabor incomparable mezcla de orgullo y  de pánico acompañados de vino y  snacks.  Las situaciones exigentes como los reiterados intentos de respuesta a los tradicionales “esto que significa” de  desconocidos se compensan con creces con el apoyo de familiares y amigos, hooligans incondicionales de mi trabajo.

 

Una canción favorita

Esta es sin duda la pregunta más complicada de la entrevista.

Escucho muchos tipos de música diferente y probablemente mi canción favorita no sería la misma dentro y fuera del estudio, pero como para hacer esta entrevista llevo puesta la careta de artista, intentaré elegir mi canción favorita para trabajar. De entrada, los sospechosos habituales son John Zorn, Tom Waits, Radiohead, Led Zeppelin, Mix Master Mike, Jimmy Hendrix, Pink Floyd, Alt-j… Lo dicho, me resulta muy difícil elegir. Que me perdonen los demás: de Radiohead, del álbum In Rainbows, Weird Fishes.

 

 

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