LA CABINA: La angustia del hombre moderno


‘La Cabina’ es un claustrofóbico, asfixiante pero, sobre todo, brillante mediometraje dirigido en 1972 por Antonio Mercero (Sí, el director de los hits de la historia televisiva cañí: ‘Verano Azul’ y ‘Farmacia de Guardia’) basado en un guión escrito junto a José Luis Garcí en base a una idea del escritor Juan José Plans y audazmente interpretado por un enorme y expresivo José Luis López Vázquez, cuyo personaje enmudece casi, casi desde el principio y no volvemos a escucharlo hablar jamás una vez arranca este rotunda ficción televisiva de tan solo 34 minutos de duración.
Muy celebrado, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, ‘La Cabina’ ganó el premio Emmy al mejor telefilm en 1973 (Los españoles nos estrenamos en estos ‘Oscars televisivos’ ese año, hace ya 50 años) así como numerosos premios nacionales e internacionales. Pero, además de conseguir en su momento proyección y prestigio internacional, en la actualidad se sigue estudiando en las escuelas de cine e incluso sigue sirviendo de inspiración para creadores modernos como Charlie Brooker, el artífice de la famosa serie de ciencia ficción “Black Mirror”, que reconoce la influencia de ‘La Cabina’ en la creación de su aplaudida serie además de considerarla una de sus producciones preferidas de todos los tiempos.
Y, no es para menos, aunque la historia parte de una premisa sencilla: Un hombre común se queda encerrado en una cabina telefónica. Aunque esta premisa sencilla (y aparentemente ‘cómica’) consiguió una trascendencia que fue mucho más allá de este planteamiento ya que, en su momento, se interpretó como una crítica a la situación que vivía España en la dictadura estableciéndose una analogía entre la plaza donde está instalada la cabina y los espectadores que parecen ‘disfrutar de la función’ del malogrado protagonista (un comportamiento muy similar al de la impasible sociedad actual del ‘smartphone y las redes sociales’ que observa, ‘todo lo graba’ pero solo comenta y no hace nada) y el resto de naciones que en su momento presenciaron, con total pasividad y distancia, como un régimen totalitario como el franquista dominó y acampó durante décadas en nuestro país.
Han pasado 50 años desde esta historia pero resuena igual de fresca y universal como ya lo hizo en el momento de su estreno. Su alusión a la censura, su capacidad para anular la libertad de expresión y el férreo control de las dictaduras implacables contra algunos de sus miembros sigue siendo tan actual como el primer día. Y si no, tan sólo observar esa sensación de claustrofóbico aislamiento del encerrado protagonista que prevalece a lo largo de todo el metraje si es, o no es, una metáfora de una sociedad recientemente confinada como la actual por la covid-19 que puso patas arriba a todo el planeta hace escasamente 2 años.
Un mediometraje absolutamente recomendable.

A continuación os dejamos el film completo para que lo disfrutéis:
