Atrevida, siniestra y desasosegante son adjetivos que pueden definir perfectamente a ‘El gabinete del Doctor Caligari’ (primera) gran película del cine expresionista alemán dirigida por Robert Wiene en 1919.

Un film que, pese a cumplir el año pasado su primer siglo de vida, ni ha perdido frescura ni deja de abordar temas de rabiosa actualidad. Pertenece al género de terror, sí, pero un terror que va (todavía) más allá de lo fantástico y que se acerca más al terror del autoritarismo y al profundo horror que produce el manejo de las ideas ajenas que puede llevar a los seres humanos a realizar actos atroces con sus semejantes, algo (desgraciadamente) muy actual hoy en día con el auge de la ultraderecha en las sociedades contemporáneas. Una metáfora que podemos ver a lo largo de todo el film en esa relación que existe entre el desquiciado doctor Caligari que da título al film y su ‘obediente’ sonámbulo Cesare.

Altamente recomendable por poseer una fuerza visual tremenda y con un brutal imaginario pocas veces visto en el cine lleno de ángulos extraños de cámara, decorados surrealistas pintados a modo de teatro filmado, juegos de luces y sombras, una ambientación que cuesta distinguir si pertenece a la realidad o los sueños (las pesadillas) y esa nauseabunda estética de locura que envuelve a toda la película, son razones de peso para no perderse esta obra maestra.