Ouh yeah! Hoy entrevistamos a “sincurriculum”, ojo, tiene nombre y apellidos, pero así es como la conocen en este mundillo del dibujo y el tattoo. Además de sus obras transmitirnos ganas de pegar un bocao a la piel, sincu, es todo en sí un cajita abierta de conocimiento, sabiduría y ejemplo sobre todas aquellas cosas que unx puede llegar a cuestionarse en su carrera artística. Os invitamos a que disfrutéis del trabajo de sincurriculum, bienvenidxs a su mundo.

¡Hola! Cuéntanos sobre ti ¿Cómo definirias tu estilo de tatuaje? / ¿Qué significa para ti?

¡Hola! Mi nombre es Alba, pero me conocen en redes como la sincu. Soy una chica que le flipa dibujar, y que si alguna vez eso me sale mal, seguramente me dedique a la cocina.

De punto de partida a mi carrera artística, pondría las tardes de verano con mi padre, el dibuja también, y me enseñó los puntos de fuga mirando las calles de mi pueblo. Yo me quedaba embobada, porque también le ponía sombras al dibujo, y claro, no podía competir con eso. Desde ahí, hasta ahora, han pasado institutos y universidades que no me ayudaron a encontrar que quería ser yo, pero por suerte, mi madre, muy hábil, me regaló un equipo para empezar a tatuar. Intente aprender por mi misma, hasta que pude entrar en un estudio, y de cada persona que he conocido he intentado aprender cosas, para poder hacer lo que hago ahora.

No sé si puedo definir mi estilo. Trabajo en blanco y negro, y adoro los animales/ todas las criaturas que puedan nacer de ellos. Desde ahí en adelante se configura un poco lo que me gusta. Pero por ahora, para mí, es más importante cómo se ven, más que el tema en sí. Llegar a estas conclusiones es parte de mi camino de aprendizaje, y de como mis dibujos han ido adquiriendo otras cualidades (líneas, contrastes,texturas etc). Creo que todo ese proceso es mi bitácora de errores, que me han hecho llegar hasta donde estoy ahora, y para mi tiene mucho valor.

¿Cuánto tiempo llevas dedicada al diseño y al tatuaje?

Tatuando llevo 4 años, 3 en estudio, donde podemos considerar que fue el momento de “tomarse en serio el asunto”. Dibujando, desde siempre. No tiene misterio. Supongo que tras la universidad fui más consciente de lo que suponía lo que estaba haciendo.

¿Tu mayor inspiración?

Te diría que cualquier cosa, pero no cualquier dibujante.

Me gusta mucho Kimiaki Yaegashi, Moebius, Kentaro Miura, Mishla,Taiyo Matsumoto, Iñaki Works, Sicko Black, Tatyana Savage, Laura (thegilrwiththematchstiks) , Rion , entre muchas más, no podría parar. El 95% de personas que sigo son referentes.

¿Cómo es un día cualquiera en tu estudio?

Intento levantarme temprano. Me gusta poder estar al menos 4 horas sin parar en lo que esté haciendo, siempre antes de las doce de la mañana. Después de esa hora estoy más pendiente del reloj y no puedo hacer sesiones productivas.

Me preparo un termo de algo caliente, alguna serie de fondo, podcast o música y me pongo a trabajar. Premio sobre todo, no tener ninguna distracción.

¿Cuál ha sido la pieza de tattoo más loca que te han pedido?

Lo que es loco es que la gente se tatúe lo que dibujo.

Si pudieses retroceder en el tiempo 5 años ¿Qué le diría a tu “yo” interno a modo personal y profesional?

Pues que empezase a buscarse como dibujante antes. Que se moviera más en otros terrenos fuera del dibujo, y sobre todo que se profesionalizara mucho antes, que no priorizase el resultado de los estudios, sino que compaginase ambas cosas.

Cuéntanos que es lo que más te apasiona de tu trabajo y que es lo que más llegas a detestar.

Creo que lo que más me gusta es que haya gente que entienda lo que hago, que lo valore y que le dé el mismo valor que yo puedo llegar a darle. Sentirme comprendida por la gente que se tatúa conmigo me parte el corasao.

Y lo que menos, el mundo del tatuaje, siempre hablando en general. Creo que como los conocimientos no están “capitalizados” hay una especie de muro súper restrictivo para las nuevas generaciones, que casi como de una banda callejera se tratase, parece que tenemos que ganarnos el respeto de lxs tatuadorxs más antiguxs para poder estar ahí, aprender y que nuestro trabajo tenga un valor.