Segundo de Chomón: El fascinante ‘Hombre-Orquesta’ de los inicios del cine
Si alguien ha sido capaz de hacer sombra a Georges Méliés fue el español Segundo de Chomón, uno de los pioneros más destacados de los primeros años del cine que sobresalió por su destreza y creatividad con los trucajes y los primeros efectos especiales del séptimo arte.
Segundo de Chomón contribuyó a desarrollar diversas técnicas cinematográficas como el coloreado fotograma a fotograma con plantillas para conseguir el primer cine en color, fue precursor del ‘stop-motion’ y del ‘caché’ (el actual croma) e, incluso, inventor del travelling y de los primeros formatos panorámicos en el cine. Como vemos, su legado para el desarrollo del arte cinematográfico fue inmenso, pero, pese a ser un cineasta totalmente adelantado a su tiempo, no es especialmente conocido por el gran público y, por ello, no hemos querido olvidarnos de él en esta esta edición conmemorativa del quinto aniversario de la revista artística y cultural “Mosssaic Magazine”.
Inquieto como él solo y de vida casi tan atrayente como sus películas, Segundo de Chomón nació en Teruel en 1871, pero pronto se traslada a Valencia, donde se cría, para años más tarde instalarse en Barcelona, estudiar ingeniería y viajar a Cuba como voluntario en 1897 para servir al ejército. Como el mundo parecía quedársele pequeño, el joven Segundo decide trasladarse a Paris en busca de fortuna y allí conoce a Julienne Mathieu, su futura esposa, la cual se gana la vida coloreando fotogramas en el estudio de Georges Mèliés. Con la idea de ayudarla, diseña unas plantillas de celuloide que facilitaban este trabajo de coloreado a mano fotograma a fotograma y, poco a poco, Chomón fue introduciéndose en esa labor y enamorándose del cine, aunque, si bien es cierto, Georges Méliés rechazó este sistema de coloreado, algo que golpeó duramente a Segundo de Chomón, ya que admiraba profundamente a este mago y cineasta francés.
Sin darse por vencido, Segundo se instala en 1902 en Barcelona para poner en funcionamiento un pequeño estudio de coloreado de fotogramas, iluminación de películas y traducción de los rótulos de películas extranjeras y, en este taller, realiza sus primeras películas en las que introduce trucajes y maquetas nunca vistas en producciones españolas: En “Choque de Trenes” (1902) el accidente de trenes resultó tan creíble que dejó asombrado al público del momento. De esta etapa también destacan: “Gulliver en el país de los gigantes” (1903), “Buceador Fantástico” (1905) o “La barba rebelde” (1905):
En España introdujo el “paso de manivela”, técnica que permitía rodar fotograma a fotograma (o sea, el ‘stop-motion’, muchos años antes de que lo popularizara otro gran mago de los efectos especiales: Ray Harryhausen) y gracias a esta técnica pudo animar toda clase de objetos realizando la que es considerada su obra maestra: “El hotel eléctrico (1908)” una verdadera joya de nuestro cine donde Segundo de Chomón se muestra como un verdadero experto en sorprender y fascinar a los espectadores.
Entre 1905 y 1909, de mano de la productora francesa “Pathé Frères”, Segundo desarrolla su mejor, más fructífera e imaginativa etapa profesional realizando unas ciento cincuenta películas pobladas de seres fantásticos, hadas, brujas, diablos y toda clase de malabarismos que conseguía a base de trucajes tremendamente imaginativos. De esta etapa son: “Acróbatas japoneses” (1907), “La casa encantada” (1908) , “Viaje a Júpiter” (1909), o uno de los primeros remakes de la historia del cine (hasta en esto fue pionero Chomón): “Excursión a la Luna” (1909) que era una adaptación de la famosa película de Georges Méliès “Viaje a la Luna” (1902).
Cuando la productora Pathé rescindió su contrato en 1909 al cansarse el público de la época de este tipo de cine fantástico, Segundo de Chomón, lejos de tirar la toalla, se dedicó a rodar documentales y películas costumbristas en España buscando nuevos caminos que explorar. Aunque, lo cierto es que su trabajo era ya tan admirado fuera de España y su nombre tenía ya tal resonancia que Giovanni Pastrone solicita su colaboración en los estudios “Itala Films”, abriéndosele una nueva puerta para Segundo en el cine italiano donde trabaja como operador de cámara y técnico de efectos especiales en una superproducción histórica ambientada en la antigua Roma: “Cabiria” (1914), film que sitúa a Chomón en la cima del séptimo arte de la época y donde despliega -al más alto nivel- toda su técnica y arte en el trucaje cinematográfico. Su última película como director -y con la que se despide de su etapa italiana- fue: “La guerra y el sueño de Momi’ (1917), una cinta antibelicista excepcional rodada mediante la técnica del paso de manivela que, pese a su calidad, fue su mayor fracaso de público, tanto, que incluso su nombre desapareció de los créditos.
Volcado en la investigación de la técnica cinematográfica, en sus últimos años, se centra en producir películas en color sin descuidar su labor como operador de cámara colaborando, entre otros, con el director francés Abel Gance para el que realiza la fotografía y los efectos especiales de “Napoleón (1927)”, una monumental película de su tiempo y una de más importantes de la historia de cine gracias a sus innovaciones visuales y a la utilización de un sistema que sería la antesala de los formatos panorámicos.
Segundo de Chomón fallece prematuramente en 1929 después de contraer una enfermedad cuando estuvo en Marruecos investigando sobre la técnica de cine en color. Científico y artista innovador que, excepto la interpretación, lo hizo absolutamente todo en el panorama de la creación cinematográfica ha sido comparado multitud de veces con Georges Mèliés, aunque por su categoría, trabajo y logros artísticos y técnicos merece, sin lugar a dudas, un lugar propio y único dentro de la historia del cine.