En el caso de DK13, el madrileño despeja las lógicas dudas en “Adiós a mi Antiguo Yo”, un track que esconde un momento crucial en la evolución del artista, pero también la esperanza en un mejor futuro inmediato.

 

Cuando un artista con una trayectoria alargada, formada y una carrera encauzada decide dar cerrojazo a su pasado y realizar un acto tan rotundo como cambiarse el alias, es inevitable preguntarse por qué lo hace, qué razones le llevan a ese punto y qué pretende a partir de ese gesto.

El nuevo integrante de Rapport Digital Music promete en apenas 3 minutos largos honestidad, dedicación y personalidad en esta nueva etapa. Y lo hace envuelto en un beat calmado (producido por H3 Music) que anticipa la tensión sobre el que descerraja confesiones, frustraciones y aspiraciones y que respalda con un discreto, pero rotundo cypher visual de Kodama Prod. Un “Adiós a mi Antiguo Yo” que lejos de avivar la nostalgia, despierta el interés por lo que está por venir.

 

 

 

“A partir de hoy si no me río, no me río más, si quiero cambiarme la vida la cambio, ya está”

 

UNA CANCIÓN, UNA EMOCIÓN. ASÍ ES DK13

Detrás de DK13 está el artista antes conocido como Danny Killah o Danny Rock Killah, un madrileño miembro de Mad Division que también estuvo al frente de la formación de rap metal Treze Monos. Por tanto, no estamos delante de un novato, sino ante un creador con cerca de 20 años de carrera, en los que ha viajado por el underground a través de diversos estilos y dejando varios álbumes (4 LP’s con Mad Division y 1 álbum con Treze Monos) a su paso, en los que su versatilidad queda fuera de toda duda y que delimitan claramente cada momento creativo del artista.

El actual momento de DK13 responde a su necesidad de renovarse viajando por las diferentes formas de hacer música que pueblan la actualidad. Un período en el que el desea crecer con el rap y el trap y respaldarse de un sonido más cinematográfico y orquestal.

En esta etapa, DK13 demuestra especial fijación por visibilizar emociones y conflictos internos, tan comunes a cualquier ser humano, pero con un tono de honestidad y fondo libre de miedos a la reacción popular. Un proceso que tiene como fin verbalizar cuestiones, para luego deshacerse de ellas y proseguir cada vez más sano, cada vez más salvo.

 

 

DK13 ofrece desde el primer minuto un balance entre raps con skills rápidos y creativos y estribillos y puentes melódicos y detallados y una esencia cinematográfica que refuerza una imagen tan sensible como desgarradora.

El mensaje que hace llegar con sus canciones es la visibilidad de las emociones los conflictos intentos que todos vivimos alguna vez, con honestidad y contenido, sin miedo a aceptarlas y expresarlas, para poder dar el paso a dejarlas atrás. Sube a bordo, comienza el viaje.