El motivo del mural es el Halloween, la noche de brujas. Ante todo buscábamos divertirnos, experimentar con materiales, colores, etc. La idea principal era dar forma a una especie de hechizo/portal que uniese el mundo de los vivos y los muertos, fusionando ambos estilos y plasmarlo en un viejo muro del barrio de Benimaclet.
